Madrid acogerá los días 7 y 8 de abril la primera Feria del Libro Político, organizada por las editoriales Cisma, La Oveja Roja y Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. Tendrá lugar en el interior de la Nave de Terneras, tras la Casa del Reloj y junto al Matadero, y en total contará con la participación de 58 editoriales de dilatada experiencia en el sector.
La librería Traficantes de Sueños (C/ Duque de Alba, 13) fue este jueves el escenario de presentación de la feria. A la cita acudieron Inmaculada Jiménez (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo), Eva Fernández (La Oveja Roja) y Constantino Bértolo (editor y crítico literario), que dieron las primeras pinceladas de un evento muy esperado. “Cuando propusimos en otras ocasiones la idea de una feria del libro político, al principio había cierto temor a la palabra ‘político’, aunque finalmente lo hemos conseguido”, señala Eva. “Llevamos años intentando organizarla y ahora las expectativas se han superado con creces”, celebra Inmaculada.
Los puestos de la feria estarán ocupados por editoriales cuyos libros abarcan una gran diversidad temática y estructural: economía, sociología, narrativa, poesía, cómic, ensayo… Pero todos tienen en común su capacidad para crear diálogo, generar debate y “cambiar las cosas”, como dice Eva, lo cual “es una necesidad”. Para Constantino, los libros políticos son aquellos que conllevan una “voluntad de transformación” y de “cambiar la estructura básica del sistema en el que vivimos”. Un deseo, añade, que se alimenta de dos términos “con mala fama pero que hay que recuperar: agitación y propaganda”.
El espíritu contestatario de la literatura política solo puede nacer de la voluntad de los ciudadanos. “Las palabras, el lenguaje y el pensamiento van unidos a la acción”, dice Eva, que hace especial hincapié en el poder de los libros políticos para hacernos reflexionar. En paralelo, un contexto económico movido exclusivamente por los negocios “generaría un tipo de producto que los ciudadanos realmente no necesitan”.
“El libro útil, crítico y transformador tenía que estar en la calle, llegar a la gente”, señala Inmaculada, que aplaude el afán de las editoriales participantes por debatir y poner en común sus diferentes visiones políticas. El mismo argumento utiliza Constantino para defender la “sensibilidad única” de los libros políticos y su obligación de ser “transversales”, no responder únicamente al poder establecido. “Sería necesario que los partidos políticos se atreviesen a publicar sus propios discursos editoriales”, subraya.
La feria estará totalmente autogestionada gracias al crowdfunding y será para todos los públicos, ya que se han planteado actividades para adultos y niños. En su página web puede consultarse la programación completa y muchos más datos de la iniciativa, que se inaugura en Madrid con la esperanza de echar raíces en el panorama cultural.
Por Christian Rubio