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29/07/2019

 

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Muros, historias e Historia: entrevista y club de lectura con Aroa Moreno en la librería Rafael Alberti

Hay muros que se esconden detrás de la voz, del pensamiento y de la intuición. Hay muros invisibles que nos habitan sin descanso, aunque cambiemos de espacio, lengua o fisionomía. Estos muros son los que, en momentos excepcionales, somos capaces de destruir, aunque cueste soledad y determinación. Es posible entender esos muros, o al menos vislumbrarlos, a través de la lectura de la novela La hija del comunista de la escritora española Aroa Moreno Durán. De esto nos dimos cuenta el pasado lunes 22 de julio, en la librería Rafael Alberti. Allí, los estudiantes de la Escuela Complutense de Verano La industria del libro en la actualidad: de la edición al lector organizamos un club de lectura –moderado por Paula Nájera y Daniela Forero– sobre la novela en el que contamos con la presencia de la autora.

Aroa Moreno Durán nos cuenta, en la entrevista, que le cuesta mucho responder cuáles fueron o son sus influencias. Para ella las influencias no pueden ser estáticas, se está cambiando constantemente de lecturas y, a la vez, uno cambia constantemente. Y, aunque dice que recurrió a Anna Seghers para la novela, reconoce que solo leyó La séptima cruz. En cambio, considera dos títulos como influencias imprescindibles para la creación de su novela. Uno es Purga, de Sofi Oksanen, una finlandesa que escribe sobre la historia de Estonia a través del relato de un encuentro entre una señora mayor y una joven, en la que se cruzan temas sobre trata de mujeres, dictaduras soviéticas y los nazis. El otro es El papel de mi familia en la revolución mundial, del croata Bora Ćosić, donde se describe la historia de una familia yugoslava en los años cuarenta desde el punto de vista humorístico de un niño pequeño. Ambas novelas fueron inspiración para La hija del comunista, pues desde lo privado y lo íntimo habla de la Historia. O, en otras palabras, desde las historias nos habla de la Historia. Y, aunque la novela de Moreno Durán tenga un fuerte contenido histórico y político, ella sabía que no quería hacer una novela histórica, sino escribir sobre lo histórico como un subtexto de una historia íntima. Ella reconoce que el proyecto narrativo y documental fue muy atrevido, pues ella no es alemana y ha vivido solo unos años allá. Le preocupaba no ser rigurosa históricamente y que hubiera fallos o tropiezos históricos, pero, al contrario, la novela ha tenido una buena recepción entre el público no solo como novela de ficción, sino también como narración con un contenido histórico acertado.

La novela de Moreno Durán fue publicada en el año en el que Lara Moreno fue editora de Caballo de Troya. Aroa nos cuenta que, a la vez que Katia sufre una transformación en el libro, ella sufrió una transformación en su proceso de escritura. La primera parte de la novela, en Berlín oriental, está escrita antes de que Lara Moreno le pidiera el manuscrito para la novela. En cambio, la segunda parte de la novela, del otro lado del muro, Aroa se convierte en madre y eso cambia su manera de acercarse a su propio texto. Nos dice que las propias experiencias son material para la creación literaria. También tuvimos la oportunidad de hablar sobre los nombres escogidos para los personajes. Los personajes iban a tener nombres totalmente distintos, pero al final decide llamar Katia a la protagonista porque la fonética de la palabra era similar en el alemán, ruso y español. También le preguntamos si se ha planteado hacer alguna precuela de la novela y ella nos comenta que muchos lectores se lo han preguntado o se lo han aconsejado pero, a pesar de ello, contesta con voz firme que no habrá precuelas ni secuelas.

En el club salieron a relucir distintas lecturas. Muchas de las lectoras encontrábamos un contenido feminista en la novela, pues aborda la historia de una mujer desarraigada que está buscando una identidad. Por otro lado, otro lector habló de la alienación a la que estuvo sometida Katia durante toda la novela, de cómo esto puede hacer alusión a ciertos fragmentos de El manifiesto comunista. Y, sí, concluimos que ambas lecturas son válidas, pues el texto de Moreno Durán trata no solo sobre la mujer en su vida íntima sino sobre los exiliados españoles en la Alemania de la guerra fría.

Al fin, todo esto nos llevó a reflexionar sobre el desarraigo y la identidad, y es que, como dijo Aroa, la novela habla sobre el cambio en la vida. Y es por eso que la vida de Katia tiene puntos determinantes que cambian completamente su vida. Además, la tensión constante entre lengua y patria convierten la identidad de la protagonista en móvil y desconcertante. Así, se puede creer que basta  cualquier razón para pasar ese muro que dividía Berlín, pues la gente arriesga su vida para poder moverse libremente y para tener la ilusión de que, al hacerlo, puedan derrotar sus muros invisibles.

 

Redacción por María Paula Molano

Transcripción por Lucía García y Daniel Prasnicki

Entrevista por Ítziar de Llanos y Paula Nájera

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