Imagen: Alibri Llibreria

Ideas que cambian el mundo

“Perderé, si se da el caso la cabeza, pero nunca las alas”. Las palabras de la anarquista republicana Lucía Sánchez Saornil salieron de los labios de dos de las tres autoras de “Ideas que cambian el mundo”. Y allí se quedaron, sobrevolando las cabezas los asistentes que abarrotaron la Alibri Llibreria el pasado 14 de noviembre durante la presentación del libro. Categóricamente, la cita de Sánchez Saornil definió el acto, a las autoras y al público.

En esta obra, publicada por Ediciones Cátedra, Sara Berbel Sánchez, Maribel Cárdenas Jiménez, y Natalia Paleo Mosquera han recogido desde el pensamiento feminista “el legado de las personas que han luchado para cambiar el mundo y que vivamos en un lugar más digno”, explica Sara Berbel. Ellas nos trasladan las voces de mujeres de desde el siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XX pensaron y actuaron en torno a la igualdad, la libertad, la fraternidad, la justicia social, el internacionalismo y la vida privada. Una respetuosa mirada al pasado pero también al futuro, porque esa herencia se retoma y reinterpreta para que podamos “continuar cambiando el mundo en un momento de crisis”.

Sara, Maribel y Natalia –que además de personas afables y extraordinarias son, respectivamente, Doctora en Psicología Social y formadora; Cap de l’Oficina de Promoció de Polítiques d’Igualtat Dona- Home en Diputació de Barcelona, e Investigadora social y especialista en políticas de género– estuvieron muy bien acompañadas no solo por el público, también por la catedrática de la Universidad de Barcelona Estrella Montolio, experta en comunicación, y por Ricard Fernández, economista y director general de una de las mayores cooperativas catalanas, Suara.

Acudieron a escucharles, prácticamente a beberse sus ideas, casi 150 personas entre las que había mujeres, claro, pero también hombres, dotando de significado colectivo al proyecto de “ideas que cambian el mundo” y dejando que, “si quieres justicia social, es para todos.

Jóvenes, pero también los que han dejado de serlo, y poseen esa madurez que percibe cierta ilusión al ver que la gente no ha desterrado por completo a los autores que nutrían sus primeras lecturas políticas. Como Maite López, 54 años, Responsable del Departamento de Ciencias Sociales de la Alibri: “Queríamos ser feministas, de izquierdas y cambiar cosas, aunque a veces tu educación te llevara por otro lado, y leías a algunos autores por intuición”.

Alegría. Ansias de volar. No pocos asistentes se acercaron tras la presentación a las autoras para agradecerles la fuerza de su mensaje, para transmitirles que habían erradicado la sensación de soledad en el combate.

 

Publicado por: Verónica Iñigo Casado

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