Hace algunos meses Marian Recuerda, librera de Ubú Libros (Granada) nos habló sobre su idea de “trazar caminos”, acción que desarrolla en el trabajo diario de la librería. Teniendo en cuenta que la vida, especialmente en las ciudades, está llena de laberintos, se agradece que haya rincones en los que personas dedicadas a este oficio, seleccionen libros para perdernos un poco menos, o hacerlo acompañados. Esa es la forma de trabajar de Marian. El gesto de ofrecer, es el gesto del librero. También lo es la espera y la escucha. Para que funcione “el juego”, se necesitan lectores activos, dispuestos a participar, generosos. Cuando esa reciprocidad se ausenta, es un signo claro de que algo no va bien. Y en este punto resulta inevitable no tener presente el caso de la librería Negra y Criminal de Barcelona, de la Barceloneta, que esta semana ha anunciado su próximo cierre. «Ya no somos necesarios», dicen. Precisamente ellos, que fueron los pioneros en trazar el camino de la novela negra en esa ciudad y más allá de ella. Escribió Georg Simmel en su ensayo Las grandes urbes y la vida del espíritu: «Quizás no haya ningún otro fenómeno anímico que esté reservado tan incondicionalmente a la gran ciudad como la indolencia».
Mientras siguen resonando las palabras de Simmel, septiembre avanza y no espera. Con este mes vuelve el movimiento «cotidiano» a la ciudad. Las librerías que pusieron el cartel de cerrado por vacaciones ya han abierto sus puertas, y las que detuvieron el calendario de actividades anuncian de nuevo próximos encuentros. En este sentido, una de las pocas excepciones ha sido El Bosque de la Maga Colibrí en Gijón, que no ha parado de ofrecer talleres de lectura para niños y familias durante todo el verano. Si el fondo seleccionado define a una librería, el tipo de actividades que organiza también son una seña de identidad. La mayoría de las librerías que hemos incluido hasta el momento en el directorio, son librerías de barrio, librerías comprometidas con los lectores y con la lectura, con el entorno. Librerías que cada una a su manera, trabajan para trazar caminos, espacios abiertos al encuentro y al debate. Ahora, sumamos a las presentes algunas más, de esas muy recomendables, en las que hay mucho que aprender: El Argonauta, Venir a Cuento, Traficantes de Sueños, Enclave de Libros, Ubú Libros y Librería Relatoras.
Por Ana Corroto