Artículos // Poesía

Madrid, Nakama, 12/06/2017

 

Ir a articulos

William Blake, el misticismo de un romántico

Si existe un poder indiscutible en la naturaleza de la poesía es su inmortalidad. La madrileña librería Nakama, dio buena prueba de ello el pasado miércoles 7 de junio. La editorial artesanal Mochuelo Libros presentaba su última joya, Dos Obras de William Blake, en la que reúnen dos creaciones fundamentales del poeta inglés: Visiones de las hijas de Albión y El Matrimonio del Cielo y el Infierno.

Andrea Constanza y Tomás García, de Mochuelo Libros, estuvieron acompañados de Jordi Doce, traductor y prologuista del tomo. “Le ponemos mucha pasión a cada libro que editamos dedicándole el tiempo que necesite”, señala Andrea. El resultado que ofrecen a los lectores nunca defrauda. Sus libros están cosidos a mano con mimo, y de cada proyecto hacen tiradas que van de 1 a 100 ejemplares. Para esta edición de Dos Obras de William Blake, Andrea y Tomás decidieron representar la mitología del autor con ilustraciones de otro poeta, Ral Veroni (Buenos Aires, 1965).

Esta combinación de trabajos va más allá de la estética y supone un jugoso cóctel para la lectura. Los dibujos de Veroni se complementan a la perfección con las numerosas alegorías de Blake, cuyas palabras podrían parecer difíciles de asimilar sin el conocimiento previo de sus motivaciones. El artista argentino ha creado para la ocasión el llamado Teatrito Rioplatense de Entidades, formado por un pequeño grupo de 13 figuras simbólicas que acompañan a los versos del inglés. Así, por ejemplo, encontramos entidades como la Idea de la Nada, representada por una bandera con el número cero que es ondeada por el Miedo, un cubito de hielo. El Tiempo es un martillo. El Olvido, un embudo. O Al Pedín, una flatulencia concebida con acento porteño, ya que en Argentina la expresión “estar al pedo” equivale a “estar sin hacer nada”.

 

Los editores de Mochuelo Libros y Jordi Doce

Los editores de Mochuelo Libros y Jordi Doce

El espíritu inquieto de Blake

 

William Blake (1757-1827) nació en Londres mientras el Romanticismo se preparaba para impregnar completamente el mapa cultural europeo. Su trayectoria literaria está marcada por una fuerte religiosidad, la exaltación de la libertad del ser humano y el idealismo social. No es de extrañar por tanto que sus tres mayores inspiraciones artísticas sean la Biblia, William Shakespeare y el gran poeta nacional del siglo anterior, John Milton, de quien aprendió su anhelo por despertar a la sociedad de su adormecimiento espiritual. Los versos de Blake reflejan con luz tenue el descontento de un alma inquieta, protestante, soñadora. Aunque a lo largo de su vida se vio obligado con frecuencia a maquillar su ímpetu para no provocar más de la cuenta a las autoridades.

El misticismo de Blake, así como su ideario filosófico, equivale a una forma de ver el mundo “demasiado ingenua para Ral”, que con sus ilustraciones ofrece una perspectiva “más anarquista”, dice Andrea. “El Teatrito Rioplatense de Entidades simplifica muchos temas de la vida que para Blake son más abstractos”, añade. De hecho, podría decirse que algunos dibujos de Veroni son una especie de “broma” acerca de auténticas cuestiones existenciales. “Son dos mitologías distintas que chocan”, indica Jordi Doce.

Para el traductor, también poeta y ensayista, la influencia de Blake es admirable: “Era un editor en sí mismo. Hizo de todo, desde grabar catálogos de cerámica hasta versos de Dante. Tenía las planchas en su propia casa”. Durante la presentación leyó varios fragmentos de Dos Obras:

 

«Pregúntale al gusano ciego los secretos de la tumba, y por qué a sus espirales
les gusta enroscarse en los huesos de la muerte; y pregúntale a la voraz serpiente
de dónde saca su veneno; y el águila alada por qué le encanta el sol,
y luego, cuéntame los pensamientos del hombre ocultos desde antiguo.»

 

Estos versos pertenecen a Visiones de las Hijas de Albión, del que Jordi Doce explica que tiene “un mínimo esqueleto de historia y pocos personajes que exponen sus opiniones, aunque en realidad son las opiniones de Blake”. Sobre El Matrimonio del Cielo y el Infierno destaca su “gran sentido del humor” en la exhibición “casi enloquecida” de su visión del mundo.

El tono profético que Blake utiliza con asiduidad se mantiene sin importar la circunstancia o el dilema que plantee. Para él, la belleza del ser humano reside en su capacidad para ser único y especial, por eso rechaza toda ley que prohíba la liberalización del deseo y la imaginación. “Todos los poemas de Blake son dramáticos, con un estilo que a primera vista parece gore, hiperbólico, como de violencia de cómic. Pero una vez se escarba un poco, descubrimos un profundo lirismo en ellos”, dice Jordi Doce. La poesía romántica en estado puro. La inmortal. Esa que Mochuelo Libros nos presenta con su minucioso trabajo artesanal.

 

Por  Christian Rubio

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies