El libro de artista ¿es un libro? ¿es un objeto artístico?…
El libro de artista es una obra de arte, creada y ejecutada por un artista en su totalidad, identidad cuestionada por su categorización y caracterización, convirtiéndose estas dos cuestiones en el objeto principal de discusión a la hora de analizar la existencia de estas experiencias plásticas como una nueva disciplina artística.
El libro como objeto en la obra de un artista cuenta con más de un siglo de tradición. Éste se ha convertido en un nuevo soporte físico de creación y por ello concretamente, en el ámbito artístico contemporáneo, existen numerosos artistas que en algún momento de su carrera han experimentado con esta forma de crear arte.
El libro tradicional, definido primeramente por la RAE, como «conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que encuadernadas forman un “volumen”, puntualiza la característica principal que ha transformado al libro en objeto artístico, su carácter visual, y que en muchas ocasiones ha sido motivo de equivoco en lo que se refiere a su identificación como objeto escultórico. Pero es esta apariencia física, la que define como categoría al libro común, y de esta misma forma al libro de artista, siendo el objeto concreto en este último caso, transformado por el creador.
El libro de artista se reafirma como género artístico haciendo del libro una obra única. El artista es el ejecutor de la nueva materialización del objeto, quién se encuentra con la posibilidad infinita de interpretar su forma, su contenido (lenguaje), y su estructura, gracias a la gran capacidad creativa e imaginativa propia del oficio.
El libro de artista, pese a tener antecedentes, nace en los años 60 con el conceptualismo y serán artistas fruto de esta corriente cómo Edward Ruscha, quién realizaba sus libros con material que desechaban las imprentas, o Dieter Roth quién realizaba libros desechando los textos y dejando sólo las fotografías, los autores que den forma a esta nueva práctica, aunque será en décadas posteriores cuando este género sea practicado de forma generalizada. Algunos de ellos como Anselm kiefer, se alejará de esta corriente conceptualista acercándose al libro de artista a través de una pintura expresiva propia de su corriente, el Neoexpresionismo. Y será con artistas como él, cuando a finales de los años 70, el libro de artista se confunda de manera notable con las bellas artes (pintura, escultura, arquitectura).
El libro de artista en la obra de A. Kiefer, tiene una gran presencia desde el año 1968. El artista convierte al libro en uno de sus medios de expresión más importantes, gracias a la libertad de interpretación que ofrece este objeto como soporte. Y a diferencia de otros libros de artista que se conciben de manera, a veces, múltiple, los de Kiefer son piezas únicas y artesanales, libros fósiles, que no sólo se acercan al objeto artístico por su apariencia y similitudes con la pintura o la escultura, sino que recuerdan a esa parte artesanal propia de los inicios de la historia del libro tradicional en los que eran fruto de un trabajo manufacturado y libre, aunque de acceso restringido.
El libro de artista, es por lo tanto, una obra de arte única con un sólo creador individual o colectivo que rompe la mimesis enfrentándose y resistiéndose a la comparación con el referente para no convertirse en algo equivalente al original, pero cuyo ejercicio mimético le ha obligado a conservar los usos más representativos para poder luchar en convertirse en una disciplina interdisciplinar.
Por Beatriz Rebollo Ramos