A mediados de los setenta, la escritora taiwanesa Sanmao publicaba Diarios del Sahara, libro que se convirtió rápidamente en todo un éxito en China y que sirvió como carta de presentación de la editorial :Rata_, que empezaba su andadura a finales del 2016 inaugurando con este título su catálogo. Si detrás del seudónimo Sanmao se escondía Chen Ping, detrás de :Rata_ está la escritora y editora Iolanda Batallé. Con una larga trayectoria a sus espaldas, Batallé está configurando un exquisito catálogo perfectamente bilingüe: todos los títulos se publican contemporáneamente en catalán y en castellano. Si bien toda selección es reductiva, entre los títulos más destacables del catálogo de Batallé encontramos: La Vegetariana de Han Kang, que obtuvo el Man Booker 2016 al mejor libro traducido al inglés, El duelo es esa cosa con alas de Max Porter, Yo misma, supongo, la tercera novela de Natalia Carrero y Escrituras sublevadas de Carles Hac Mor.
Tras veinte años en el mundo del libro, ¿cómo surge la idea y la oportunidad de crear tu propia editorial?
La crisis que se inició en el 2008 sacudió durísimamente la economía, la sociedad y las personas. Nos dimos cuenta de lo frágil que era todo. Las empresas temblaron, muchas desaparecieron. Pero al mismo tiempo, en esa desolación surgieron nuevas formas de vida, nuevas iniciativas. Se volvió a lo esencial, a lo necesario, a lo real. La semilla de :Rata_ estaba ahí desde hacía tiempo, desde que sentí la necesidad de escribir hace muchos años. De pronto, encontré la manera de empezar a editar aquello que yo necesitaba escribir. ¿Era posible crear una editorial independiente dentro de un grupo editorial? ¿Tenía sentido? ¿Hasta dónde me dejarían llegar? Así es como empezó todo.
:Rata_ es una creación tuya, dentro del grupo Casa Catedral. ¿Cómo es la dinámica de dependencia y autonomía entre :Rata_ y el grupo al que pertenece?
La respuesta es simple: debo poder hacer lo que deseo hacer. Imagínate las reacciones en Casa Catedral cuando les expliqué que esto que estaba naciendo se llamaría :Rata_. ¿Crees que fue fácil que lo aceptaran? Pues sí, fue facilísimo porque me conocen y saben que necesito trabajar con libertad, una libertad que una debe ganarse y saber defender cada día con rigor, con entrega, con mucho trabajo, con pasión, con disciplina…
Te lo pregunto porque vienes de trabajar de otro gran grupo y, por tanto, conoces de primera mano las dinámicas entre los intereses del grupo y los sellos que de él forman parte y dependen.
Lo esencial son las personas. En todas partes, desde una posición u otra, mi trabajo consiste en establecer puentes, en conectar gente, en aunar ilusiones. Y la ilusión es algo que sirve para que te entiendas con las personas que te dejan gestionar recursos, con las personas que tienen que ayudarte a hacer que las cosas sucedan. Necesitas ilusión para entenderte con autores, con diseñadores, con libreros… Necesitas sentir la ilusión de explicar a un lector que ese texto merece ser leído. Las dinámicas, los grupos, los intereses… esas pueden servir para gestionar según qué empresas, pero yo no las uso para crear libros.
En una entrevista reciente, sostenías que una editorial es un discurso, ¿cuál es el discurso de :Rata_?
:Rata_ es una editorial que publica textos que significan algo profundo para quien los escribe y, por tanto, también significan algo profundo para quien los edita porque esa es la mejor manera de que puedan llegar a significar algo profundo para quien los lea.

(c) Noemí Elías
Decías: “Hagamos libros que los escritores necesiten escribir”. ¿Hay demasiados encargos o productos prefabricados en el mercado?
No deseo juzgar el trabajo de mis compañeros de profesión. Cada uno edita libros con la mejor intención y, uno nunca sabe de qué manera surge un libro que conecta de forma única con el lector. Me gusta comprar libros. Me gusta apreciar el trabajo de mis compañeros y, siempre que tengo ocasión, me gusta felicitarlos. No sé si se publica mucho o poco. Ciertamente las librerías están repletas. ¿No es eso una suerte para el lector?
Supongo que muchos te habrán preguntado si hay espacio para nuevas editoriales en un mercado aparentemente saturado. Definida :Rata_ como una editorial que publica libros arriesgados, ¿el espacio vacío por ocupar es el espacio de la literatura?
No edito para ocupar un espacio, de la misma manera que un escritor no escribe para ocupar un espacio o un lector no lee para ocupar un espacio. Me gusta editar y tengo el sorprendente privilegio de poder hacerlo. Y eso hago. Pero un día dejaré de editar y otros vendrán a seguir haciéndolo. Entonces ya solo leeré o solo escribiré.
Y, en relación a la definición de “libros arriesgados”, ¿qué significa para Iolanda Batallé esta definición? ¿significa publicar aquello que, a priori, el lector no espera? ¿Publicar independientemente de las tendencias que el mercado impone?
El mercado no impone ninguna tendencia. Hay quien puede justificar la edición de un libro desde la mercadotecnia. Pero ¿qué demonios es eso? Yo publico libros en :Rata_ que percibo que han sido escritos con dolor, con intensidad, a tumba abierta. Hay libros muy amenos y escritos por escritores con oficio, con argumentos trepidantes, diálogos ingeniosos y descripciones maravillosas, pero no es sólo eso lo que deseo para :Rata_.
Max Porter, uno de los primeros autores que publicaste, obtuvo el premio Dylan Thomas y la autora de La vegetariana, Han Kang, el Man Booker. ¿Cuándo te entusiasmaste con estos libros y decidiste publicarlos, preveías el éxito y el reconocimiento que obtuvieron después?
Una siente algo cuando lee un libro especial y ese algo es cada vez diferente. A veces ese algo que sientes es tan diferente a otros algo que has sentido que no lo reconoces. Pero sí sientes con claridad que estás en un lugar nuevo, aunque no seas capaz de definir cómo es ese nuevo lugar. Con Max Porter y con Han Kang sentí eso, pero también con Sanmao, Felipe Polleri, Ariana Harwicz o Natalia Carrero o libros que están a punto de nacer como los de J.L.Badal, Aurora Bertrana, Julio César Pérez o Begoña Huertas.
Te lo pregunto a modo de preámbulo de esta siguiente pregunta: ¿La Iolanda Batallé escritora lee de manera diferente a la Iolanda Batallé editora? Y, asimismo, ¿lee de forma diferente la lectora que la editora?
Quizás te respondería con más exactitud mi pareja. Yo no tengo una percepción muy clara de cómo me afecta lo que estoy leyendo, pero mi pareja me dice que sí siente a veces de manera muy intensa la manera cómo me afecta un texto. Siempre leo subrayando, esté editando un manuscrito o no, siempre me meto ahí dentro quizás mucho más de lo que creo. Al final, después de leer un manuscrito, debo tomar una decisión y eso es diferente cuando leo algo que ya está publicado.
El éxito de Han Kang ha sido más que evidente. ¿Resulta tan complicado, como suele decirse, introducir nuevos autores en el panorama literario-editorial o los lectores son más receptivos de lo que se pueda pensar?
No sé si es complicado introducir nuevos autores. No creo que haga o deje de hacer nada por el hecho que sea complicado o fácil. Algo que parece fácil termina complicándose y algo que puede parecer laberíntico al final acaba resultando placentero. Cada libro es un mundo nuevo. Y necesitas iniciar una expedición, conjurarte con un equipo de gente, cada cual con sus sueños y sus pesadillas. Me gusta descubrir gente, tanto da que sean del otro extremo del mundo o de mi calle, que ya hayan pasado por este mundo o que estén empezando a hacerlo. Yo quiero ir con ellos.
¿Qué lugar ocupan los lectores en el momento de optar por publicar un título y otro?
Edito para que alguien sienta la necesidad de regalar ese libro. Y los regalos deben hacerse por algún motivo, los regalos se hacen a alguien. Escribir, leer o editar es crear un vínculo.
Has publicado a Sanmao, cuyo libro en China fue un auténtico éxito. ¿Entiendes la literatura desde una perspectiva transnacional? Es decir, ¿hay textos que salvan la distancia que puede haber entre dos contextos culturales o lectores distintos?
No recuerdo haber pensado nunca esa palabra, ‘transnacional’. Me gusta viajar y me gustan los libros que de manera explícita nos permiten viajar. Un ejemplo precioso está a punto de aparecer. Se llama ‘Paraísos oceánicos’ y lo escribió una mujer joven de aquí, Aurora Bertrana, en los años 30 del siglo pasado en la Polinesia.
En tu catálogo, las obras traducidas tienen mucho peso y los nombres de los traductores son destacados en las portadas junto al nombre del autor, ¿crees que todavía no se valora cultural y, puede que tampoco, económicamente lo suficiente la traducción?
Los traductores son muy importantes, son segundos autores. Hay traductores que logran hacer algo tan difícil y especial como es que textos escritos en otros idiomas suenen como si no estuvieras leyendo una traducción. Eso es increíblemente difícil. Del mismo modo que solo quiero editar libros que signifiquen algo para mí, quiero que los traductores traduzcan sólo libros que signifiquen algo importante para ellos. Y te aseguro que eso se nota.
Publicas los textos contemporáneamente en catalán y en castellano, ¿observas, a través de la recepción de las obras, que el público lector en una lengua y en otra es distinto? O, en otras palabras, ¿determinada literatura se consolida mejor en uno de los dos mercados?
Cuando pones un libro en las librerías empiezan a pasar cosas sorprendentes y cada lector puede desear leerlo por un motivo diferente. No me gusta estandarizar esa experiencia. Es bonito que sea diversa, cambiante, imprevista, mágica. Un editor puede cometer errores y pueden afectar a la manera cómo llega ese libro al lector. Pero no es extraño que algo que consideres un error haga que el libro sea único. Y también, al contrario. ¿Por qué te interesa una persona más que otra? Quién sabe. Quién quiere saberlo…
Riesgo/Risc es una antología donde se mezclan autores en castellano y autores en catalán, traducidos al castellano o al catalán en cada uno de los casos, ¿crees que hay un excesivo desconocimiento mutuo entre estas dos literaturas?
Yo me siento en casa en Girona o en Segovia. En Girona he vivido y en Segovia aún no, pero en ambos lugares he encontrado lectores o libreros a quien he sentido el deseo de abrazar. Las distancias son siempre relativas. De la misma manera que viajamos con un libro en las manos, hay que viajar lejos de casa, simplemente para descubrir que tu casa también puede estar en lugares insospechados.

(c) Noemí Elías
Con la antología Riesgo, presentas autores catalanes al público lector castellano fuera de Catalunya. ¿Crees que el sistema literario-editorial castellano es demasiado ajeno a las otras lenguas peninsulares, como es el caso del catalán?
No siento que ambas literaturas estén alejadas. En Catalunya no se siente esa lejanía porque aquí vivimos simultáneamente en dos mundos a la vez. Eso puede parecer algo esquizofrénico, pero no conozco a nadie que disfrute leyendo en los dos idiomas que desee prescindir de uno de ellos.
Hemos hablado de Riesgo, pero imagino que un caso paradigmático es el de Carles Hac Mor, cuyas Escriptures alçurades has publicado también en castellano.
Me encantó publicar ese libro, empezar una aventura tan extraña como esa y que el traductor fuera Pablo Martín Sánchez. Fue uno de los primeros :Rata_ y eso no fue así por casualidad.
En este sentido, ¿hay una voluntad por parte de :Rata_ de repensar la literatura peninsular más allá de las lenguas, como si se tratara de un todo?
Ya has visto en esta entrevista que no te respondo nunca de manera genérica. Me gusta lo concreto, la experiencia individual, lo especial, lo único. No estoy aquí para llevar la literatura española o catalana a ningún puerto. Yo edito libros.
Actualmente, :Rata_ tiene como plan publicar diez libros al año, pero, más adelante, ¿tienes intención de aumentar gradualmente el número de libros o de abrir colecciones? En definitiva y para acabar, ¿cuáles son los objetivos de :Rata_ a corto y largo plazo?
A largo, mediano y corto plazo, mi plan es dejarme sorprender.