Mucho, mucho, ambiente y muchas caras conocidas del mundo de las letras acudieron a la fiesta de aniversario de la editorial argentina Mardulce, celebrada el pasado martes en Tipos Infames.
Hace ya un año que este pequeño pero valiente e independiente proyecto de Juan Zorraquín y su equipo aterrizó en España, para deleite de los amantes de la literatura en general y de las letras latinoamericanas en particular.
Y es que la literatura de nuestros hermanos latinoamericanos está más viva que nunca, y no son pocos los interesantísimos autores que nos regalan maravillosas obras llegadas desde el otro lado del Atlántico gracias a pequeños grandes editores como Mardulce.
Para muestra un botón, o mejor, dos botones, porque dos fueron las autoras que quisieron estar presentes en la fiesta de Mardulce y, de paso, regalarnos -porque fue un auténtico regalo- algunos fragmentos de las obras que traían bajo el brazo.
La primera en romper el hielo, más metafórico que real porque el ambiente era cálido y festivo, fue Selva Almada, presentada por la escritora Marta Sanz, premio Ojo Crítico de Narrativa o Premio Vargas Llosa de relatos, entre otros.
Sanz, analizó El viento que arrasa, y se declaró una firme admiradora de la contundencia y la “pegada” de la escritora, así como de sus personajes “trazados con tiralíneas”. Marta reconoció haber pensado al leer la novela en polvo, en exceso de luz, en westerns y road movies.
Y he de reconocer que el fragmento que la novelista argentina nos brindó fue una inyección de road movie en vena, que hacía volar nuestra imaginación hacia unos personajes tan bien definidos que difuminan a su paso el resto del mundo.
El también escritor Carlos Pardo le echó humor a la presentación de La débil mental, la última novela de la tercera protagonista de la noche (tras Mardulce y Selva), la tambien argentina Ariana Harwicz.
Carlos definió la obra como una autobiografía del cuerpo. “Cuando el cuerpo es el que habla como ser deseante, también es lenguaje”. Y es que La débil mental, según Carlos, es un libro muy arriesgado, “que está un paso más allá de la honestidad porque intenta construir una realidad”.
“Olores, mugre, belleza, masturbación y ciertas formas de fascismo […], la construcción de la personalidad de una mujer en relación a su madre y a su abuela […], la maternidad como algo tétrico y el nacimiento como una debilidad […]”. Ideas que este libro, que en ocasiones ronda la poesía, le suscitó al escritor.
Ariana agradeció a Carlos sus palabras y charló con él sobre la fuerza el deseo, el deseo “como productividad, flujo, delirio” y sobre las tres mujeres que protagonizan su libro. Pero nada mejor que escuchar en la propia voz de Ariana un par de fragmentos de La débil mental.
“No importa si es verdad o mentira, importa si fue vivido”, declaró tajante la autora al ser preguntada sobre si su novela es autobiográfica… Y de ese modo, vivida y muy vivida, fue la fiesta de Mardulce, la presentación de sus dos fantásticas novelas y, sobre todo, la lectura de los fragmentos por parte de las autoras.
Desde Llanuras queremos desearle a Mardulce que cumpla mucho años más brindándonos “revelaciones y confirmaciones, hallazgos y reencuentros”. ¡Felicidades!
Por Patricia Magaña